domingo, 27 de febrero de 2011

Buscando el Chip de la Paciencia!!

Que si el nombre de “El sacapunta azul” estuviera ocupado en blogger, este era mi título para el Plan B: ‘El Chip de la Paciencia’.
Hace un par de años (cuando no era bloguera y tal) escribí una nota de esas que se publican en Facebook desahogando mi represión por mi poca y sensible paciencia.
Recuerdo que cuando la escribí, mi madre andaba recién operada de la columna y para su rehabilitación se fue a casa de una tía, porque vivimos en un 4to piso, no hay ascensor en este edificio y ella no podía andar subiendo escaleras y debía ir a terapias, controles etc. Entonces me quedé en casa al mando de todo, sin importar que tambien trabajaba y no habia empleada. Fue una etapa que aunque estresante, me sirvió mucho porque me lancé a la culinaria más por el verbo “figuró” que por placer.
Aunque lo que escribí en aquella nota no tenía nada que ver con mi situación súper comprometida, la usé para desahogarme por otras cosas que me irritaban porque mi Paciencia era poca, todo me fastidiaba y nada toleraba.
Desde ese momento no he dejado de escribir y mencionar “El chip de la paciencia”, que en serio, y teniendo en cuenta de lo que mucho que avanza la tecnología para la salud y el cuerpo humano, debería ingeniarse la forma de recargar o adaptar un circuito al cuerpo para que se amplíe ese efecto de tolerar y no explotar por falta de ella.
La paciencia no es un músculo, ni un hueso, ni una vena, ni está ubicada alrededor de alguno de estos. Así que la vaina está difícil. Resulta que es una actitud, dice el diccionario. Para mí la paciencia es una virtud, la cual yo no poseo y juro que he trabajado por mantenerla cerquita, pero parece que con mi cuerpo no se adapta, porque empiezo a contar, voy por 5 y ya no está.
Supuestamente somos poseedores de una gran inteligencia como para dominar lo que nos sucede. Actuamos con tranquilidad durante el día, nos estrellamos contra el mundo, nos regaña el jefe, se va la luz, no te contestan el celular, tronco de calor, pero vamos con calma. No! Eso va descargando la paciencia que tienes y en cualquier momento Booom, “que persona intolerante eres”.
Son las cosas estúpidas e inmediatas las que ponen a prueba nuestra inteligencia, porque las razonables nos dan chance para pensar y calmarnos. Es ahí cuando necesitamos un “chip” de esos intercambiables o recargables (sea a diario o mensual) para evitar meter la pata por falta de paciencia. Sabemos cuándo se nos está agotando, con dolor de cabeza o por el tono de voz –en mi caso- entonces vamos en busca del Chip a una droguería o ferretería y de inmediato colocar la dosis necesaria para continuar sonriendo, no importa que el cheque no salga sino para el martes porque el Sr de tesorería está incapacitado y es el único que los hace. No importa que hagamos una fila inmensa en Movistar, esperemos el turno y te digan: Sra. eso solo se hace en nuestra web, acá no le podemos solucionar. No importa que tus hijos, con dos semanas de estar en el Colegio, regresen con 4 colores en su cartuchera y eran 12. O que te pare un policía de tránsito, te haga las mil y una preguntas justo a la hora del almuerzo. No importa esas bobadas mientras tengas una recarga adicional de paciencia.
El Chip de la Paciencia es una tarea para los investigadores del cuerpo humano, así como las cremas o pastillitas para excitarse y que el cuento dure más tiempo, bueno así. La Actitud de ser Paciente todos la queremos tener, el cuento es cómo lo logramos, porque no es solo un día, es todo el tiempo.

Solo Pido un Chip de la Paciencia. Nota en Facebook

2 comentarios:

  1. ya somos 2...yo no solo pierdo la paciencia con facilidad sino que un evento por mas estupido que sea me puede llegar a amargar el dia entero. Aqui en Bogota puedo decirte que Dios ha tratado mi caracter y me ha tocado aprender a las malas a que por mas que llore y me amargue, la tierra seguira girando, la gente seguira siendo la misma, el tiempo no puede devolverse y los transmilenios jamas estarán vacios :)

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  2. Hola Claudia.

    No conocia este blog y mira que llegué a el por pura coincidencia... pero me ha gustado y seguramente volveré por estos lados.

    Saludos y sigue trabajándole a eso de la paciencia...

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